martes, 12 de mayo de 2015

PARA TODAS LAS MADRES VIRTUOSAS EN SU MES

Mujer virtuosa ¿Quién la hallará?
Su valor sobrepasa largamente al de las piedras preciosas.
El corazón de su marido confía en ella y no carecerá de ganancias.
De ella recibe el bien y no el mal todos los días de su vida.
Ella busca la lana y el lino, y trabaja gustosamente con sus manos.
Es como la nave del mercader, que trae su pan desde lejos.
Siendo aún de noche, se levanta para dar la comida a su familia y la ración a sus criadas.
Considera la heredad y la compra, y con sus propias manos planta una viña.
Se ciñe firmemente la cintura y esfuerza sus brazos,
Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche.
Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso.
Alarga su mano al pobre; extiende sus manos al menesteroso, no teme por su familia cuando nieva porque toda su familia va vestida de ropas abrigadas.
Ella se teje los tapices, y de lino fino y de púrpura es su vestido.
Su marido es conocido en las puertas de la ciudad, cuando se sienta con los ancianos del país.
Teje telas y las vende, y provee de cintas al mercader.
Fuerza y honor son su vestidura, y se ríe de lo por venir.
Abre su boca con sabiduría y la ley de clemencia está en su lengua. 
Considera la marcha de su casa y no come pan de balde.
Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada, y su marido también la alaba:
"¡Muchas mujeres han hecho el bien, pero tú las sobrepasas a todas!".
Engañosa es la gracia y vana la hermosura,
pero la mujer que teme a Jehová, esa será alabada.
Ofrecedle del fruto de sus manos, y que en las puertas de la ciudad la alaben sus hechos

PROVERBIOS 31.10-31

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