lunes, 12 de marzo de 2012

EL ESPÍRITU COMO REGALO DE DIOS

"El que viene de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra es terrenal y habla de las cosas terrenales. El que viene del cielo está por encima de todos, y de lo que ha visto y oído testifica, pero nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio, ese atestigua que Dios es veraz, porque aquél a quien Dios envió, las Palabras de Dios habla, pues Dios no da el Espíritu por medida. El Padre ama al Hijo y ha entregado todas las cosas en su mano.


El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que se niega a creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él."
                                  Juan 3.31-36

jueves, 8 de marzo de 2012

FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Esta reflexión es por el día Internacional de la Mujer. Espero que no sea sólo este día que se nos valore. Desde que Cristo vino a este mundo, la mujer ha sido valorizada, porque él realzó su valor. Tenemos mujeres en la Biblia que han sido ayuda idónea del hombre y si no es suficiente, lean esto.......................

Un hombre estaba harto de tener que ir a trabajar todos los días y que su esposa se pudiera quedar en casa.
Quería que ella viera por lo que él pasaba todos los días, así que oró diciendo:
"Señor, yo voy a trabajar 8 horas todos los días, mientras mi esposa se queda tranquilamente. Quiero que ella sepa por lo que tengo que pasar todos los días, entonces, permíteme cambiar con ella de cuerpo por un día... Amén".
Dios, en su infinita sabiduría le concedió el deseo al hombre. A la mañana siguiente se despertó como mujer.
 Se levantó, hizo desayuno para su cónyuge, despertó a los niños, sacó su ropa para ir al colegio, les dio desayuno, empacó los almuerzos, los llevó al colegio, volvió a casa, recogió la ropa para la lavandería y la llevó.

En el camino paró en el banco a hacer un retiro y fue al supermercado a comprar víveres. Entonces regresó a la casa, guardó los víveres, hizo los cheques para pagar las cuentas y cuadró la cuenta del banco. Limpió la caja del gato y bañó al perro. Para entonces ya era la 1:00 p.m. y corrió a hacer las camas; puso la ropa sucia en la lavadora, sacudió, aspiró, lavó el baño, barrió y trapeó el piso de la cocina.
     
 Salió corriendo a recoger los niños al colegio y tuvo una discusión con ellos de vuelta a casa. Sacó leche y galleta para los niños y los organizó para que hicieran las tareas. Puso la tabla de planchar y se puso a planchar mientras veía televisión.
A las 4:30 empezó a pelar papas, lavar las verduras para la ensalada. Sazonó la carne y puso el arroz a cocinar.
Cuando su cónyuge llegó preguntando por la comida, ésta ya estaba lista y servida. Después de comida, limpió la cocina, lavó los platos sucios, sacó la ropa de la lavadora y la puso a secar. Bañó a los niños y los acostó.
A las 9:00 p.m. estaba exhausto, aunque no había terminado todavía sus quehaceres. Se fue a la cama donde estaban esperándolo para hacer el amor, lo cual logró hacer sin quejarse.
A la mañana siguiente se despertó e inmediatamente se arrodilló al lado de la cama y dijo:
 "Señor, yo no sé qué estaba pensando. Estaba muy equivocado al envidiar a mi esposa por poder quedarse en casa todo el día" "Por favor, vuélvenos a cambiar".
El Señor, en su infinita sabiduría, contestó:
"Hijo mío, creo que has aprendido la lección y será un placer para mí volver las cosas a como estaban antes. Sin embargo, vas a tener que esperar 9 meses. Anoche quedaste embarazado.